IkoGarcés
Podemos soñar pero siempre nos despertaremos
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Algo tan sencillo como sonreir.
Parece tan sencillo sonreír que a veces es tan complicado. Si alguna vez existiera cualquier posibilidad de sonreír sin ningún motivo sería algo extraordinario, ya que nosotros esbozamos nuestra sonrisa por que alguien la ha llamado, pero, cuando esa persona que siempre te hacía sonreír acaba desapareciendo de nuestras vidas se nos hace tan difícil. Tan extraño que nos llegamos a plantear si nuestra felicidad se ha quedado atrapada en algún lugar de nuestro mundo. La felicidad está ligada a nuestra sonrisa. Algo tan sencillo como un simple movimiento hace que nuestro estado de ánimo mejore y cuando ese movimiento está ausente nos sentimos decaídos y desahuciados de nuestro interior. Cuando sonreímos el mundo pasa a ser un segundo plano y la razón de esa felicidad nos invade como si de tal lluvia apareciera. Cuando dejamos de sonreír, la triste realidad se hace dueña de nosotros y cualquier material nos resulta inútil. Yo perdí mi verdadera sonrisa hace ya tiempo y la sigo buscando, desesperado por encontrarla. Puedo sonreír, pero no de esa forma. Cuando gozaba de su presencia, podría decir que era el niño mas feliz del mundo, todo me daba igual ya que solo era mi sonrisa la que iluminaba mis días, mis risas continuas y mis esbozos de felicidad. No puedo decir tampoco que esté mal, pero, no igual que antes. Me he ido perdiendo en las profundidades de quien sabe donde, un lugar donde se me está complicando la salida, un lugar donde nadie me comprende. Mi felicidad se evaporó como lágrimas en la lluvia. Desde ese momento no he parado de luchar por volverla a encontrar, por sentirme suyo otra vez, por volver a sentir en mi interior esa plena felicidad. Estés donde estés, te echo de menos.
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